Normal. Actualmente hay un estudio en desarrollo (Estudio Europeo de Familias de Reproducción Asistida) emprendido en España, Italia, Reino Unido y Países Bajos que ya ha publicado su primer informe sobre el desarrollo social y emocional de niños de 4-8 años nacidos tras FIV e inseminación con donantes. Todavía se encuentra en desarrollo una segunda fase del estudio con niños que entran en la adolescencia. En el estudio se cuestionó sobre el estado civil y psiquiátrico de los padres, la calidad de los cuidados parentales y las emociones, comportamiento y relaciones de los niños. Como se podía esperar, en parejas que han superado tantas dificultades emocionales y financieras en la creación de sus familias, las madres de los niños concebidos mediante FIV e IAD expresaban mayor afecto hacia sus niños, se sentían más identificadas a nivel emocional y referían menos estrés “parental” que las madres que concibieron a su hijo naturalmente. Un cuadro similar se apreció entre los padres, sin diferencias entre países. No se observaron tampoco diferencias entre las familias con inseminación conyugal o con semen de donante, sugiriendo que, a esta edad al menos, la falta de un vínculo genético entre uno o ambos padres y el niño, no tiene consecuencias negativas para las relaciones entre padres e hijo. Según los resultados del primer estudio parece probable que los adolescentes nacidos tras FIV e IAD estarán equilibrados emocionalmente y psicológicamente, y disfrutando de los beneficios de una relación familiar íntima.