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El FIV sin ICSI o, como se le llama comúnmente, “FIV convencional” es la técnica de Fecundación in vitro donde se pone en contacto un ovocito con un número óptimo de espermatozoides en una placa de cultivo. En el ICSI (del inglés intracytoplasmatic sperm injection) es el embriólogo el que introduce el espermatozoide dentro del óvulo, sin embargo, en la FIV convencional son los espermatozoides los que intentan entrar en el ovocito hasta que uno de ellos lo consigue. En ese momento el ovocito se blinda para impedir al resto de espermatozoides que entren en él. La FIV convencional es una técnica de inseminación más sencilla y natural que la técnica de inseminación ICSI, y a continuación explicamos cuáles son los pasos a seguir.
Recuperación de los ovocitos
La paciente realiza el tratamiento de estimulación de los ovarios durante unos 10 días. Al cabo de este tiempo, se extraen los ovocitos pinchando los ovarios (punción folicular) en un procedimiento sencillo y bajo sedación. Los embriólogos, ayudados por una lupa de aumentos, recuperamos los ovocitos del líquido folicular y los introducimos en una placa de cultivo con medio tamponado para que puedan estar fuera del incubador. Una vez terminada la punción folicular, cuando ya hemos revisado todos los tubos, pasamos esos ovocitos a una placa equilibrada en el incubador a 37ºC, 5% O2 y 7.3% CO2, hasta que vayamos a inseminarlos.
Procesamiento de la muestra semen
La muestra de semen puede ser obtenida el mismo día de la punción folicular (muestra en “fresco”) o puede estar congelada anteriormente por diversos motivos. En ambos casos vamos a recuperar los mejores espermatozoides realizando un gradiente de densidad y centrifugando la muestra. Los mejores espermatozoides serán capaces de nadar a través de los gradientes de densidad y alcanzarán el fondo del tubo, los embriólogos recuperamos estos espermatozoides y los depositamos en un tubo aparte donde hay un medio para lavar los espermatozoides.
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Después del lavado, los espermatozoides estarán depositados en el fondo del tubo, los embriólogos descartamos parte del volumen (sobrenadante) hasta quedarnos con un volumen pequeño (pellet) donde obtendremos una concentración final de espermatozoides buenos, lo que llamamos REM (recuento espermatozoides móviles). Con esta concentración calcularemos el volumen que tenemos que usar para inseminar cada ovocito con 200.000 espermatozoides.
Antes de realizar la inseminación, la muestra se pone dentro del incubador alrededor de media hora, de esta forma los espermatozoides entran en contacto con condiciones de temperatura, CO2 y O2 necesarias para que se activen y así poder fecundar los ovocitos.
Inseminación convencional de los ovocitos
En URH García del Real, colocamos uno o dos ovocitos en cada pocillo de la placa de inseminación y añadimos a cada pocillo la cantidad de espermatozoides óptima para que se produzca la fecundación.
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Confirmación de la fecundación
Pasadas 16-20 horas, desde la inseminación de los ovocitos, podremos observar si los óvulos están o no fecundados. Para ello tenemos que quitar las células del cúmulo que rodean cada ovocito. Los embriólogos introducimos los ovocitos por micropipetas de distintos diámetros hasta que no quedan células del cúmulo alrededor y se puede ver el ovocito “pelado”. Para corroborar que ha habido fecundación debemos observar 2 pronúcleos (el masculino y el femenino) y 2 corpúsculos polares, si el ovocito presenta estas dos características podremos decir que es un óvulo fecundado y lo pasaremos a la placa de cultivo, en la que permanecerá hasta el día de la transferencia, si es transferido, o hasta su congelación.
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Esperamos que esta explicación te haya parecido interesante. Si tienes más dudas sobre qué es la FIV sin ICSI, en URH García del Real te ofrecemos una primera consulta gratis. Puedes pedir cita a través de nuestra web, o llamando al teléfono 917401690.
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Dra. Rosa Cercas Duque – Embrióloga Laboratorio Fecundación In Vitro y Andrología
Dra. Laura Blasco Gastón – Ginecóloga especialista en Reproducción Asistida
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